Repite
vestido todo lo que puede y más
Se
dice, se cuenta, se rumorea que hay novias que esperan que sus amigas
estrenen vestido el día de su boda. Ahora la novia ya no sólo se
preocupa de su modelito, sino que también los de sus invitadas deben
estar a la altura de sus expectativas. Vamos, que el glamourómetro
sabe distinguir entre vestidos nuevos y los ya lucidos un par de
veces. No vaya a ser que un vestido "repe" tire por la
borda la estética de la boda.
Tiene
un estilo capilar muy particular
Va
a la pelu sin ningún tipo de idea de lo que quiere y cuando sale
acaba deshaciéndose el peinado
Es
una pidona
Siempre
pide alguna horquilla para terminar de colocarse el tocado, o un
imperdible porque la cremallera no quiere estarse quieta y decide
empezar a bajar en el momento más inesperado.
Prueba
todos los canapés
Por
curiosidad gastronómica, no por ansias ni por gochismo
absoluto. Tiene amigas también imperfectas que, disimuladamente,
escogen un sitio estratégico con gran afluencia de bandejas...pero
ya les digo que eso lo hacen las amigas.
Se
enrolla
Empieza
a bebiendo unos cocktails
en el
aperitivo para convencerse de que es un día único y todo se
puede... y porque le ayudarán a tener conversacion con los amigos
del novio a los que no conoce y están en su misma mesa de solteros.
Acaba haciéndose íntima de todos ellos y organizando un viaje
juntos el próximo verano, mientras luce la corbata de alguno por
tocado.
Jalea
Es
la primera que se pone en pie, hace el movimiento cowboy
con la
servilleta, jalea y baila cuando los novios entran al comedor al son
del musicón que han elegido.
Va
con el botiquín a cuestas
Lleva
Couldina
e ibuprofeno en el bolso porque sabe que le puede dar un ataque de
estornudos en mitad del banquete, o un dolor de cabeza descomunal a
la hora de las copas.
Es
la primera en calzarse unas bailarinas
Porque
la pista de baile es su hábitat natural, si hay bailarinas o
alpargatas disponibles para las invitadas (las suyas las habrá
olvidado) se hará inmediatamente con un par para darlo todo
bailando Single
Ladies.
Se
quitará la faja
Porque
a la invitada imperfecta también le gusta que el modelito le quede
lo mejor posible, y desde que probó la faja para una boda parece que
le falta algo cuando no la lleva con su look festivo. Así que ella
se la sigue poniendo. Y quitando cuando el fiestón, baile y copas
hacen que el look sea secundario y la faja muy incómoda.
Porque
a una boda de alguien querido se va a eso. A disfrutar, a darlo todo.
A llorar, a repartir besos, a sacarse muchas fotos, a probar tantos
aperitivos que cuando es el momento de sentarse a la mesa ya estás
llena, a que cuando te sientes en esa mesa ya estés "animadilla",
a descalzarte bajo el mantel, a levantarte a fumar un piti entre
plato y plato y comentar la jugada con amigas que han sido asignadas
a otras mesas (lo siento queridas, 4 platos y 3 horas para comerlos
no serían llevaderos de otra manera), a emocionarte cuando la novia
regala el ramo, a aterrizar en la pista de baile con tus mejores
coreografías y
a
como si no hubiera un mañana.
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